En cualquier caso, ciñéndonos exclusivamente al artículo Capital del arte (p.6) y todavía de forma más concreta, en lo referente a sus dos últimos apartados, la visión de FCF no deja de crear perplejidad a manos llenas. Alaba la función del IVAM y las exposiciones temporales “numerosísimas y de una gran calidad”, apunta. Y sigue: “Entre las que recuerdo con más entusiasmo están las de Robert Smithson, Eva Hesse o Matta-Clark, que suponen toda una declaración de principios”. Habla del clausurado Centre del Carme (¡en mayo de 2002!) como si no supiera o ignorara que fue precisamente la actual directora del IVAM y amiga íntima suya quien, contra la opinión generalizada de los artistas que expusieron en él y de una amplia mayoría del mundo artístico de la Comunidad, cerró este centro experimental sin necesidad alguna. Respaldándose (la Ciscar) en la creación de un museo, el del Siglo XIX, que ha sido apartado de los intereses de los responsables actuales de Cultura. Por supuesto que este tipo de exposiciones, junto con otras que cita, como las instalaciones de Juan Muñoz o Tony Cragg, son una “declaración de principios”. Unos principios que ni entiende ni tiene capacidad de entender CCC.
Sobre la gestión actual de Ciscar, FCF dice: “ha impulsado una revisión de las colecciones del IVAM al que, bajo su dirección, se han añadido fondos muy importantes, entre los que hay que destacar la donación de Miquel Navarro”. Cuesta hacer comentarios a esta cita sin caer en el mismo cinismo que ésta desprende. Sobre todo porque cualquier referencia que está haciendo el analista Castro Flórez a la trayectoria e importancia del IVAM viene de épocas bastantes anteriores a la actual. Al mismo tiempo, al defender la labor revisionista de Ciscar sobre la colección del museo, está dando la razón a las adquisiciones realizadas principalmente en la primera etapa... En definitiva, y no es la primera vez que FCF nos seduce con textos-trampa como éste, lo que sale de la mente y la mano del crítico no son más que las loas cogidas con pinzas de un producto museístico que tuvo una personalidad propia hasta que empezó a ser gestionado por personas impropias a esa personalidad, sobre todo por Cosme Barañano y Consuelo Ciscar. Pero también es la opinión de un intelectual comprado, la de un estómago King Size agradecido que lame la mano que le alimenta, que ha creído su discurso plagado de tópicos a base de comer paellas en la playa. Sólo nos cabe hacerle una recomendación: tenga siempre a mano sal de frutas, por si en algún momento sus “afinidades electivas” empezaran a destilar ácido. mono4
5 comentarios:
Ahora entiendo lo de nuestro ardor peremne.
Creo que se debe ser agredecido con quien te da de comer
Quizá yo peque a mi vez de estómago agradecido (FCF fue profesor mío, y le agradezco sus clases), pero no creo que su opinión favorable sea debida a determinado amiguismo. La mordiente vehemente que le caracteriza,no creo que se lo permita. Aunque admito que realmente, tras leer el artículo, y sumando mi habitual desconfianza a los medios oficiales, parece que algo (perspectiva amistosa cuando menos) hay.
Un saludo
quiero ponerme en contacto con Fernando Castro Florez, para solicitarle me informe de "aquel diccionario que él mencionó en su día - en una charla dada en el CAB de Burgos, sobre Estética Contemporánea -, y que consideró como fundamental, para aquellos que se dediquen a ésto de escribir.
Por favor, señor Castro Flórez, me puede informar a qué diccionario se refería?
Todo lo leído me hace pensar en cosas que provocan tantos empachos, por seguir con el tema de las digestiones, como la vieja y malsana envidia que padece el personaje que ha escrito el artículo sobre FCF.
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