miércoles, febrero 14, 2007

Las barbas

Todo cambia, a lo mejor para que todo siga igual, sin embargo me cuesta reconocer como propio de la genética de la música independiente las barbas. El tupe de Morrissey, el pelo cardado y el rimel negro de Robert Smith, las camisetas a rallas de la explosón Super Ocho, las maracas de Bez, las hombreras de David Byrne, los pelos tintados de los Benicassim del velódromo con su papel aluminio y todo. Las camisetas de licra de los primeros Sonar extendidas a la carpas de música electrónica que crecieron como setas hasta en las fiestas de los pueblos “ Hey Boy Hey girl” , las adidas del Brit Pop que terminaron con las Dr. Martins y con la cazadoras de cuero “ Hey ho let´s go” ( a punto de volver).Las tormentas neoyorkinas de Sonic Youth, el ensimismamiento shoegeezer, el desparpajo collage de Pavement y las Converse de las últimas temporadas ya gastadas en el dancefloor .El ADN registra muchas mutaciones y algunos componentes de larga duración pero lo de las barbas quedaba fuera de los materiales posibles. O eso creíamos. Tan solo recuerdo la barba de Peter Hook como una anomalía en el paisaje. Los Grunge de las camisas de cuadros se atrevieron con barbas de algunos días pero era más desaliño que un discurso articulado. Alguna vez Thom Yorke se fotografió con las cara sin rasurar pero era más para subrayar los días de confusión y soledad de este mundo globalizado y lleno de desolación que una reivindicación de folclore y raíz. Las barbas pertenecían a ese continente ignorado donde vive el bigote de Freddy Mercury , los punteos de guitarra de Mark Knopfler, la mística hippy de Hair y Jesucristo Super Star, el rollo tubularbells y los proyectos de Alan Parson, la empanada Chill Out , los puenteos de guitarra, la catastrófica rodilla en tierra para apoyar la guitarra y flipar, las baladas heavies y los mecheros encendidos en los estadios. Desde los últimos días de los hippies a nadie se le había ocurrido pasar más de dos semanas sin afeitarse. Ni los punkies mas desaliñados y loosers olvidaron las cuchillas de afeitar. Pese a lo que parece entre los asiduos de la escena local, el pop británico sigue sin sucumbir y sin renunciar a sus señas de identidad que pasan por un buen flequillo y una cara perfectamente afeitada partida por una nariz que se suele alargar más de la cuenta. En esas estábamos cuando los supervivientes de aquella sacudida del indi patrio y a algunos recién llegados les ha dado por dejarse barba como si Bonny Price Billy fuera la respuesta natural al depilado metrosexsual de los que querían ser como Becham. Pete Doherthy puede ser un desastre pero es novio de Kate Moss y no lleva barba y eso nos debería hacer reflexionar. Tal vez la barba poblada sea la respuesta más socorrida para compensar la caída del pelo o una manera de despistar la atención y que no se fijen en la tripa prominente o en ese culo que amenza con reventar los malditos pantalones de pitillo que se han puesto de moda. Probamente sea todo eso y mucho más. Estoy seguro de que todos estos barbudos de última generación se sienten enormemente cool tocándose el mentón convencidos de que no hay nada más alt. Folk y más americana que su barba. Tantos años leyendo Rockdeluxe les ha llevado a la conclusión fatal de que más allá de ese folk sureño, atormentado y muchas veces tostón no hay más que monos del ártico, gente cansada de ser sexi y frivolidad de temporada. Viva la nueva Gillette. mono 3

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajajajajajajaja
estoy tronchao de la risa.

Mono3 QUEREMOS MAS!!!!!!