sábado, enero 20, 2007

Sufragio censitario

Muchas veces nos faltan datos para comprender el porqué de ciertas actitudes, tenemos tendencia a quedarnos con la parte espectacular de la política y su representación y nos olvidamos de que detrás de ese despliegue gestual hay convicciones e ideas muy arraigadas. La historia de nuestra revolución burguesa que se prolonga a lo largo del siglo XIX y no se resuelve de una manera satisfactoria y consolidada hasta la Constitución de 1978 es también la historia de la lucha por conseguir el derecho al sufragio universal que consagra que todos los ciudadanos tenemos derecho a votar y ser votados. Una persona un voto, nos permite asumir sin reservas el cuento de Walt Disney made in USA de que todos podemos ser presidente del gobierno y nos consuela saber que al menos formalmente existe igualdad política. Uno pensaba que estas consideraciones estaban fuera de toda duda y que eran tan aceptadas que pertenecían al ADN de nuestra clase política, pero parece ser que no. El pasado martes 16 de enero del ¡¡¡2007!!!, Mariano Rajoy afirmaba en una emisora de radio: “(...)Para ser presidente del gobierno deberían exigir algo más que ser mayor de 18 años y ser español”. Adiós a la igualdad de derechos. ¿Nostalgia de aquellos tiempos donde sólo los escogidos podían participar en política? Ahora entiendo el odio de ciertos medios afines que no soportan que uno que no es de los suyos usurpe un poder que les pertenece por naturaleza. No sería de extrañar que en el próximo programa electoral de los conservadores españoles se recogiera cierto sufragio censatario para garantizar el gobierno de los ”mejores”. El gran ideólogo de la derecha ya tarda en reivindicar el gobierno de los gentiles como camino para salir de esta catástrofe insufrible. Viva la Pepa. mono3

3 comentarios:

Big Tom dijo...

Lo que me duele más de esa frase de Rajoi es la palabra "exigir". Un presidente del gobierno debería tener criterio, debería ser honrado, etc, etc pero la historia nos demuestra que a ninguno se le "exige". Poco les costará exigir que sea de su partido.

Javier M. Tarín dijo...

sin duda el comentario es lamentable. Sin embargo, creo que ha pasado sin demasiado revuelo. Puestos así en plan Rajoy propongo que los presidentes del país -vista la experiencia- no puedan llevar bigote, ni por supuesto barba.

Anónimo dijo...

lo de la barba de Rajoy es de cachondeo. Todavía no he conocido a nadie que tenga barba blanca y pelo caoba... sin que se lo tinte, claro