Postales de la crisis: No Logo

En 1999 la periodista canadiense Naomi Klein publicó un texto premonitorio de lo que ocurriría una década después. En su celebrado libro No Logo ( Paidos, 2001) descubría las prácticas y las maneras de actuar de muchas de las grandes marcas globales. El impacto fue tal que desde turistas antiglobalización a Billy Bragg, pasando por The Economist que dedicó un número para combatirlo, muchos se sumaron al debate convirtiendo en moda el análisis de esos logos que componían el tejido de nuestros sueños. Un hipe semejante trajo secuelas, algunas interesantes como El libro negro de las marcas(Werner K Weiss H, Mondadori, 2004) y otras reiterativas. En internet se multiplicaron las páginas de denuncia de malas prácticas corporativas y el arte se sumo a la fiesta con ejercicios de crítica y manipulación de marcas de lo más divertido. Al final todo quedó en algunas fashion victims con mala conciencia y el intento de los departamentos de marketing por impulsar un compromiso de responsabilidad social corporativa insertado en su política publicitaria. La crisis lo esta trastocando todo. Pocos imaginábamos al principios de la década que sería Mercadona la abanderada de la lucha cultural contra el branding, la marca, el logo, el celofán y todo lo que había sido esencial en el capitalismo postmoderno y con burbujas de las últimas décadas .-“Es la tercera guerra mundial sin balas”- avisan desde el cuartel general de la cadena de supermercados valenciana. Adiós a la marca, lo importante es el ahorro. La esencia vuelve a estar en la supervivencia. Frente al envoltorio, el adorno, la sucesión de plásticos la defensa puritana de lo genérico. Las marcas se extinguen en los pasillos del supermercado, se homogenizan los colores, se simplifican las opciones ¿ se reduce la democracia? ¿ Se agrede nuestro ecosistema consumista?¿ Es esto el principio del fin de la marca y su reconocimiento social como valor añadido? Los tiempos están cambiando. mono 3